Empezar desde 1
Es imposible empezar desde 0
La idea de que es posible y conveniente para entender de la forma más sencillo un asunto: “comenzar desde cero”, implica atribuirle al cero una característica que no tiene: la de ser un principio.
Si a un niño le pedimos que cuente los dedos de su mano, comenzará, ya sea por el pulgar o por el meñique, nombrándolo uno, pero no comienza desde cero. Sería mucho más difícil para un niño considerar el cero cuando está empezando a contar.
¿Dónde está el dedo cero de un niño? ¿A la derecha del pulgar izquierdo, a la izquierda del meñique derecho, abajo o arriba del puño? Pues en ninguna parte, el dedo cero no ocupa lugar, no está ahí, por lo mismo es más complicado pedirle que comience contando aquello que no tiene presencia.
Los números se usaron para cuantificar las presencias, no para nombrar lo ausente. Por ejemplo, un recién nacido no ha comenzado en cero, aunque tenga cero años, tendrá un mes o un día, o al menos, un segundo. ¿Y antes de nacer no tenía exactamente cero, sino que tenía menos 8 meses o le faltaban 4 semanas para nacer, o incluso, estuvo a un segundo de nacer y al instante ya había nacido, es decir pasó del -1 segundo de nonato al 1 segundo de recién nacido, pero nunca cruzó por el cero. Así como hubo un siglo primero antes de Cristo y al finalizar comenzó el siglo primero después de Cristo. No hubo siglo cero ni año cero. Lo más importante es destacar que no existe ninguna necesidad de utilizar el cero para identificar cantidades y contabilizar series.
En ciertos contextos el cero es sinónimo de ninguno y de nada. ¿No resultaría absurdo decir “empecemos por la nada”?
En la narrativa se puede comenzar a la mitad de un problema, en la parte extrema o desde el inicio, pero no hay un momento cero, siempre hay antes y en una regresión infinita de antecedentes, sólo llegaríamos al primer momento, el origen que es el uno. Las narraciones, aunque son sucesiones, no son unidireccionales, por eso después de relatar un hecho, lo siguiente puede ser posterior o anterior al hecho relatado. Una narración no es una escalera en la que el siguiente escalón nunca será el primero. En cambio, los números naturales sí son como las escaleras.
El segundo escalón funciona igual que el primer escalón, pero está ubicado más arriba y el tercero también está más arriba. De algo podemos estar seguros, después del tercer escalón no vamos a llegar al primero, sino al cuarto. Lo que no creo que exista es el escalón cero, o más específicamente no acepto que el escalón cero sea parte de la escalera. La escalera sólo puede empezar con el primer escalón, pero más abajo ya no hay escalera. Por lo tanto, el conjunto de los números naturales no puede considerar al cero.